Robert Prevost es elegido Papa y asume el nombre de León XIV

La Iglesia católica tiene nuevo líder: el cardenal estadounidense Robert Prevost ha sido elegido Papa y adoptará el nombre de León XIV. La noticia fue anunciada al mundo a las 19:15 horas desde el balcón de la Basílica de San Pedro, marcando el inicio de un nuevo capítulo en la historia del Vaticano.

“¡Habemus Papam!” Con esas palabras tradicionales, se presentó a León XIV, el nuevo pontífice que sucede a Francisco y cuya elección representa una continuidad en el espíritu de apertura, sinodalidad y cercanía pastoral.

En sus primeras palabras como Papa, Prevost transmitió un mensaje de paz y esperanza:

“La paz sea con todos vosotros… Esta es la paz de Cristo resucitado, una paz desarmada y desarmante, humilde y perseverante. Proviene de Dios, que ama a todos incondicionalmente”.

León XIV también rindió homenaje a su predecesor, el papa Francisco, agradeciéndole por su ejemplo y por haber sembrado el camino hacia una Iglesia más inclusiva y comprometida con los más vulnerables.

“Gracias, papa Francisco. Ayúdanos a construir puentes para ser un único pueblo siempre en paz”.

Prevost reafirmó su compromiso con la sinodalidad, uno de los grandes legados de Francisco, y expresó su visión de una “Iglesia misionera, abierta a todos los que necesitan nuestra caridad, nuestra presencia”.

Desde Chicago al corazón del catolicismo, el nuevo Papa tiene profundas raíces latinoamericanas. Fue misionero en el norte de Perú en los años 80 y más tarde obispo de Chiclayo, donde dejó una profunda huella como pastor cercano y humilde. “Un saludo a todos aquellos, en particular, a mi querida diócesis de Chiclayo en el Perú”, expresó visiblemente emocionado.

Su camino hacia el papado se consolidó tras ser nombrado prefecto del Dicasterio para los Obispos en 2023, y luego cardenal por el papa Francisco. Su estilo sobrio, su capacidad de escucha y su formación en las periferias lo convirtieron en una figura clave dentro del Vaticano.

León XIV asume el pontificado en un momento de grandes desafíos, pero también de profundas esperanzas para los católicos del mundo. “Permitidme rezar siempre junto a vosotros. Pidamos por esta nueva misión y por la paz en el mundo”, concluyó.